6 mar. 2008

La cocina francesa, ¿patrimonio mundial?


El Salón de la Agricultura de París ha traspasado este año las fronteras del hexágono por el cruce de insultos entre un visitante y el presidente de la República, Nicolas Sarkozy. Pero eso, aun siendo noticiable, no deja de ser una anécdota. La categoría es todo lo que se vive durante los días que dura el salón en el Palacio de Congresos de la Puerta de Versalles.
Como si fuera la Feria de Abril, no hay político que se precie que no visite este importante certamen. Es la ocasión para acariciar el lomo de las vacas, coger en brazos un corderito, probar un Camembert o un Cantal, comer un trozo de andouille o un gajo de limón, lanzar unas cuantas invectivas contra la Política Agrícola Común (PAC) para exigir más proteccionismo y cuidar el rebaño de los votos de un sector que es todo un grupo de presión.
Jacques Chirac, el eterno diputado de la Corrèze, se encontraba como en casa en este ambiente. Pero no todo era electoralismo. Solo se puede entender el éxito del Salón si se comprende el arraigo al terroir (la tierra) de las gentes de este país. A la misma razón se debe probablemente el éxito de los mercados callejeros que se instalan en los bulevares de París y de otras ciudades de Francia.









TOMADO DE: El Periodico.com

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