Suspenso es lo que genera la lujosa cata de vinos de Borgoña que propone y organiza el restaurante Le Gourmet del Hotel Tamanaco en el marco de la programación del VI Salón Internacional de Gastronomía y que realizará la enóloga española María Isabel Mijares. Será una genuina primicia que dará de qué hablar, un evento único, que permitirá a los asistentes degustar caldos legendarios como el Mazis Chambertin de Leroy, el Montrachet de Marc Colin, el Chablis de Vaudesir de Louis Michel y Corton Clos du Roi Prince Florent de Mérode, entre otras joyas inexistentes en el mercado venezolano y difíciles de conseguir en el mundo, que vendrán excepcionalmente al SIG para sorprender a un privilegiado grupo de enófilos caraqueños. Y porque se trata de una región vitivinícola emblemática, de donde provienen inimitables tintos y blancos, se le rendirá tributo, además, con botellas de vinos de otros países, elaborados con las uvas propias de la Borgoña, chardonnay y pinot noir, y con procedimientos similares de cultivo y vinificación.
En los antiguos dominios de los duques de Borgoña se ubica una de las regiones de mayor prestigio y tradición desde los tiempos del rey Carlomagno. En los mismos suelos, por espacio de más de 2000 años y en una extensión de 300 kilómetros, se cultiva la vid y se elaboran vinos de gran boato. No es, pues, ni la más grande ni la más importante zona vitivinícola de Francia; sin embargo, entre sus grand crus se cuentan algunos de los vinos más admirados y codiciados del planeta.
La implantación del cristianismo repercutió favorablemente en la producción vitivinícola burguiñona, que es asumida en buena medida por las comunidades religiosas como los benedecitinos y los cisterciences. En torno a las abadías –Cluny y Citeaux, para mencionar sólo dos– se extendían los sembradíos de parras que han perdurado hasta nuestros días. Con el advenimiento de la Revolución los viñedos son expropiados, divididos en pequeñas parcelas y puestos en manos de campesinos. Hasta el sol de hoy son comunes en Borgoña los pequeños propietarios que cultivan y explotan terrenos que pueden tener menos de una hectárea.
Ubicada en el centroeste del país galo, la Bourgogne se divide en seis subregiones, desde Chablis y Yonne, al Norte, hasta Beaujolais, la más meridional. Sus vinos, con frecuencia calificados como plenos, elegantes, sensuales y aterciopelados son elaborados básicamente con dos vidueños: chardonnay para los blancos y pinot noir para los tintos. Sólo en Beaujolais se utiliza la variedad gamay.
El VI Salón Internacional de Gastronomía es organizado por Descifrado/ Exceso. Del 25 al 28 de octubre, en el Centro Internacional de Exposiciones de la Universidad
En los antiguos dominios de los duques de Borgoña se ubica una de las regiones de mayor prestigio y tradición desde los tiempos del rey Carlomagno. En los mismos suelos, por espacio de más de 2000 años y en una extensión de 300 kilómetros, se cultiva la vid y se elaboran vinos de gran boato. No es, pues, ni la más grande ni la más importante zona vitivinícola de Francia; sin embargo, entre sus grand crus se cuentan algunos de los vinos más admirados y codiciados del planeta.
La implantación del cristianismo repercutió favorablemente en la producción vitivinícola burguiñona, que es asumida en buena medida por las comunidades religiosas como los benedecitinos y los cisterciences. En torno a las abadías –Cluny y Citeaux, para mencionar sólo dos– se extendían los sembradíos de parras que han perdurado hasta nuestros días. Con el advenimiento de la Revolución los viñedos son expropiados, divididos en pequeñas parcelas y puestos en manos de campesinos. Hasta el sol de hoy son comunes en Borgoña los pequeños propietarios que cultivan y explotan terrenos que pueden tener menos de una hectárea.
Ubicada en el centroeste del país galo, la Bourgogne se divide en seis subregiones, desde Chablis y Yonne, al Norte, hasta Beaujolais, la más meridional. Sus vinos, con frecuencia calificados como plenos, elegantes, sensuales y aterciopelados son elaborados básicamente con dos vidueños: chardonnay para los blancos y pinot noir para los tintos. Sólo en Beaujolais se utiliza la variedad gamay.
El VI Salón Internacional de Gastronomía es organizado por Descifrado/ Exceso. Del 25 al 28 de octubre, en el Centro Internacional de Exposiciones de la Universidad
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