1 may. 2007

FELIZ DIA A TODOS LOS TRABAJADORES DEL MUNDO


En 1886, el Presidente de los Estados Unidos Andrew Johnson promulga la llanada Ley Ingersoll, estableciendo las 8 horas de trabajo diarias, gracias a la incansable lucha del trabajador mecánico Ira Steward. Esta Ley no se cumplió, por lo que las organizaciones laborales y sindicales de USA empezaron a luchar por su cumplimiento.
En noviembre de 1884 se celebra en Chicago el IV Congreso de la American Federation of Labor en el que se propuso que a partir del 1º de mayo de 1886 se obligara a los patronos a respetar la jornada de ocho horas, y si no, se iría a la huelga. Esta proposición se extendería por todo el país norteamericano, en mítines y concentraciones obreras.
Llegado el 1º de mayo de 1886, los obreros elevaron una sola voz: A partir de hoy, sólo ocho horas diarias; ni una más. Los patronos se negaron, por supuesto; pero los obreros, organizados, paralizaron el país productivo, con más de cinco mil huelgas. Se puede decir que el clamor de 350.000 trabajadores en las calles logró en parte el objetivo, aunque no con la misma rapidez en los distintos centros de trabajo. El éxito recorrió el país, pero en Chicago la cosa fue distinta.






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