Un equipo de científicos chinos han realizado una serie de experimentos alimenticios a partir de semillas modificadas en el espacio.
A raíz de estos experimentos, han descubierto que este tipo de frutas y verduras crecen el doble de su tamaño natural.
Las primeras semillas que la Academia de Tecnología Espacial de Pekín envió al espacio fueron las de pimientos y tomates, en 1996, y hasta nuestros días, progresivamente se ha ido experimentando con otros alimentos.
Parece ser que la falta de oxígeno, la radiación y la ausencia de gravedad originan los impresionantes cambios en estos comestibles, que resultan impactantes a simple vista.
Según han informado algunas de las compañías que trabajan con este tipo de semillas espaciales, estas frutas y verduras tan peculiares son más nutritivas, tienen el doble de vitaminas y poseen un 7% más de hierro que los ejemplares de tamaño normal.
A raíz de estos experimentos, han descubierto que este tipo de frutas y verduras crecen el doble de su tamaño natural.
Las primeras semillas que la Academia de Tecnología Espacial de Pekín envió al espacio fueron las de pimientos y tomates, en 1996, y hasta nuestros días, progresivamente se ha ido experimentando con otros alimentos.
Parece ser que la falta de oxígeno, la radiación y la ausencia de gravedad originan los impresionantes cambios en estos comestibles, que resultan impactantes a simple vista.
Según han informado algunas de las compañías que trabajan con este tipo de semillas espaciales, estas frutas y verduras tan peculiares son más nutritivas, tienen el doble de vitaminas y poseen un 7% más de hierro que los ejemplares de tamaño normal.
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